lunes, 12 de mayo de 2008

EL PITCH


Hacer un pitch, un pitching o pitchear consiste en entrar en el despacho de un productor y contarle la película o proyecto que tengas en mente con ánimo de vendérselo.
Es una actividad angustiosa que provoca sudores fríos en muchos guionistas, especialmente entre aquellos que no dominan la expresión oral o la sudoración de las manos.
No todos los guionistas son tímidos, ni palman al contacto de la luz solar. Aunque sí conozco unos cuantos que huyen de los ajos. Sin embargo, exponer una historia oralmente es una tarea complicada, y requiere preparación o una gracia y un talento innato para sentarte al lado de un productor y hacer que ponga el dinero en la mesa, o al menos un compromiso, por lo que tú le acabas de contar.
Evidentemente, la calidad de tus ideas juega un gran papel. Pero la forma de vender una historia, e implícitamente, nuestra habilidad para vendernos a nosotros mismos como "contadores" es crucial.
Hasta que un programa que es producido y se emite en televisión, hay varias etapas que el guionista debe superar. Sin lugar a dudas, el desafío más importante y la prueba más complicada es el pitch (presentación verbal del proyecto a la productora o cadena de televisión destinataria del producto). Del pitch depende que el proyecto continúe su proceso de creación y por ello se define en función de técnicas de venta (se vende la idea), y se caracteriza por la brevedad y el impacto.
A la hora de afrontar un pitch hay que pensar que la persona (productor o ejecutivo de una cadena), al que pensamos venderle el producto es alguien que tiene que sentirse muy seguro a la hora de adquirir la idea porque gestiona dinero ajeno y su función es no malgastarlo. Del guionista depende convencer al comprador y para ello es muy conveniente que conozca a la persona a la que va a enfrentarse (cargo, funciones, proyectos que ha producido…).
El pitch dura diez minutos como máximo y hay que mostrar seguridad en todo momento. La información básica que hay que transmitir es el título y el género del proyecto; lugar y tiempo en el que se desarrolla la acción; la sinopsis; y hay que contar el final de la historia en el caso de las series porque eso dará información de cómo se piensa satisfacer a la audiencia. Todo esto sin olvidar mencionar los elementos originales del proyecto y siempre comparándolo con otros similares que ya hayan tenido éxito.
Si la presentación inicial ha ido bien, puede que haya que contestar alguna pregunta para concretar ciertos aspectos del proyecto y las respuestas a estas cuestiones deben ser igualmente breves, claras y contundentes. Puede que pregunten por el target del producto, la franja horaria para la que se ha pensado, por qué puede interesar a los anunciantes, el presupuesto e incluso si se ha pensado en una idea para la promo.

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